miércoles, 23 de diciembre de 2009

Claudio de Alas: la verdadera historia del último y único poeta maldito colombiano

Por Francis Oliverio Recúpero

“Aunque pueda parecer una paradoja (y las paradojas siempre son peligrosas), no por eso es menos cierto que la vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida” Oscar Wilde, “La decadencia de la mentira”





Por esos pequeños milagros que la vida a veces nos regala (1), llegó a mis manos un libro llamado “El Cansancio de Claudio de Alas”
Con suma atención me puse a leer sus poesías, y quedé subyugado, maravillado con este poeta colombiano que escribió, hace cien años, versos como éstos:

“Con la santa impudicia de una estatua desnuda
este Libro sonoro, doy al vértigo humano:
fue sentido en la Muerte, el Pecado y la Duda
y con sangre del alma, lo escribí con mi mano”

¿Quién fue Claudio de Alas?

Juan José de Soiza Reilly, compilador testamentario de Jorge Escobar Uribe –tal era el nombre verdadero de de Alas- nos cuenta que el poeta nació a fines del siglo dieciocho en el seno de una familia de la élite colombiana; de adolescente se hizo revolucionario y luego de pelear en guerras civiles abandonó su patria, viviendo en Ecuador, Perú y Chile. Fue en este último país donde alcanzó la fama en los Juegos Florales que ganó Gabriela Mistral con los "Sonetos de la muerte" en 1914, donde obtuvo una mención con un "Salmo de amor" en castellano medieval. Pero él pensaba que “triunfar en Buenos Aires era la gloria más hermosa a que puede aspirar un poeta”, y vino.

“No leáis este libro! –que es satánico y triste-
¡No leáis este Libro! Que el infierno en él zumba-
No leáis este libro –que lloró lo que existe-“

Sin embargo, cuando el compilador conoció al poeta y éste le contó su deseo de triunfar en estas tierras, le advirtió:
- Vea amigo, si usted quiere triunfar, váyase hoy mismo. Huya. Vuele. Aquí nadie triunfa. Aquí sobrevivimos. Nada más.

No le hizo caso nuestro poeta y se dedicó al ejercicio del periodismo con discreto éxito. Un pintor inglés lo alojó en su casona de Bánfield “hasta que encuentres quien te pague mejor” Allí escribía, leía y traducía a su querido Oscar Wilde, y siempre lo acompañaba un viejo perro que vivía con el pintor.


El 5 de marzo de 1918 de Alas se suicidó en la casa de su amigo. Nos cuenta su compilador:
“Los 32 años de edad que tenía le pesaban como si hubiera vivido siempre en la opulencia…Atardecía…Encerróse en su habitación. Lloró sobre estos pobres papeles floridos de versos y escribió tres cartas” Una fue para su hermano, otra para el pintor que lo hospedaba y la última para un amigo a quien le cuenta ese “dolor enorme de sentirse solo ante la vida implacablemente hostil”
Como cumpliendo un extraño pacto de amistad, primero mató al viejo perro que lo había adoptado. Y el segundo balazo fue para él mismo.

En voz baja

Qué garra de tristeza, la que a mi Ser tortura,
Al verme cual un paria de todos olvidado…
Sin unos dulces ojos que miren mi amargura,
Ni besos que reanimen mi espíritu cansado.

La noche me hace muecas como de sepultura,
Cuando me rindo al duelo del hogar alquidado:
Todo es allí egoísta y encierra la pavura
De lo que no nos ama, ni que nos es amado.

No encontrar unos brazos de mujer, que me ciñan,
Ni una boca de fiebre, ni unas divinas ancas…
No escuchar esas frases que arrullen o que riñan!...

¡Oh,Corazón, detente! Porque al latir arrancas
Los hierros del suplicio, que anhelo te constriñan,
Para que no solloces ante unas manos blancas.



Cuando todos pensaban que se había matado por no triunfar en Buenos Aires, su amigo pintor echó luz sobre el final de de Alas:
“¿Sabe usted por qué se mató Claudio?...porque sabía mucho….Se mató porque su cerebro había profundizado la vida y poseía tan hondos conocimientos psicológicos, que se aislaba de la multitud para no hacer notar su diferencia de estatura…Vivía con los libros. Como Oscar Wilde, Claudio no había nacido para las reglas. Había nacido para las excepciones…”


Callada y sigilosamente me asesina
La espantable seguridad
De que yo seré un loco…!
En el terror de mi espíritu camina
Y la Sombra y la Muerte en mí convoco…
La noche me da miedo…Su soledad
Alza mil garras que me estrechan…

Por qué me gusta de Alas
Porque vivió y murió como un auténtico poeta maldito
Porque le gustaba comer, beber y el sexo en una época en que pecado y placer parecían sinónimos ("lo que es interesante no es nunca correcto")(2)
Porque escribió sobre temas escabrosos, desagradables cumpliendo la máxima baudeleriana de “no confundir las buenas costumbres con el arte”
Porque era moreno
Porque poca gente lo recuerda (ni siquiera Wikipedia)
Porque era colombiano
Porque el municipio de Lomas de Zamora (donde quedaba la casa del pintor) decidió homenajearlo poniendo su nombre a una calle oscura y peligrosa como él, detalle que hubiera sido genial de conocer los homenajeadores algo de la vida y la muerte del poeta, en lugar de dedicarle la única callejuela disponible...(3)
Porque nosotros también hemos sentido ese “dolor enorme de sentirse solo ante la vida implacablemente hostil”
¡Porque mezclaba el sexo y el amor con la religión!:
.
Una historia terrible
Sor Lyrio era una monja de lánguida mirada
con formas pubescentes y una blancura astral:
Sor Lyrio dirigía, piadosa y resignada,
la "Sala de San Bruno" en un viejo hospital…
//
Su blanca mano suave, era solicitada
por todos los enfermos, para aliviar su mal...
porque Sor Lyrio era, como una iluminada,
que retrataba el cielo en su carita oval.
//
Su historia, era una historia de todos ignorada:
pero las malas lenguas corrian el rumor…
de que estaba entre monjas por cuitas de amor.
//
Sor Lyrio de esas cosas no dijo nunca nada;
pero amorosa historia tenía Ella guardada,
pues al oír los dichos, prendíase en rubor.
II...
Y sucedió que un día -enfermo y macilento-
a la “Sala San Bruno” un buen poeta entró:
y era joven, tan dulce, lleno de sentimiento,
que a la santa Sor Lyrio el alma cautivó...
//
Después de algunos días tuvo el presentimiento
de algo inmotivado, que la ruborizó;
pero a pesar de todo, con cariñoso tiento,
como a ningún enfermo, Sor Lyrio lo cuidó.
//
Tan milagrosas fueron sus manos de alabastros;
tanto su santa boca a Dios lo encomendó,
que prodigiosamente el bardo mejoró.
//
Pero las malas lenguas, que siempre buscan rastros,
murmuran que Sor Lyrio, en una noche de astros,
por su piedad vencida, con el poeta huyó...
ANATEMA
.
Las monjas desde entonces, refiere el pecado
diciendo que el poeta era un endemoniado...
¡Embajador del Diablo! ¡Espíritu del mal!
Y agregan que Sor Lyrio se encuentra condenada...
¡Pero en la faz de todas surge una llamarada
si algún poeta enfermo penetra al hospital.
.
Porque algunas de sus pinturas parecen tangos brutales:
.
Carne viva

Es bella, es rubia, es turbadora, es alta:
Bebe champagne y fuma cigarrillos;
Y si del mórbido automóvil salta,
La pantorrilla ostenta y sus anillos.

Al hablar del amor, vibra y se exalta;
Cual si esgrimiera lúbricos cuchillos;
Y es su marido un hombre que resalta
Entre los vuejos castos y sencillos…

Al casarse con él, era una llama,
Que encendida con vicios solitarios,
Hizo del goce turbulento drama…

Y, hoy van unidos: como dos calvarios:
Él un buey manso, que el placer no ama,
Y ella, a su diestra, sin amor ni ovarios…

Porque Buenos Aires lo mató (conmigo no pudo, antes me refugié en Misiones)
Porque no sé si tiene una tumba visitable.
Por todo eso yo, Francis Oliverio Recúpero, el último poeta maldito y único argentino, he tenido el honor de presentarles a un grande verdadero y olvidado: Claudio de Alas
.
Notas
(1) No seré yo quien cuente esa historia.
(2) Lady Windermere en “El Crimen de lord Arthur Savile” de Oscar Wilde
(3) La calle Claudio de Alas se encuentra en Ingeniero Budge, Municipio de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires.

Bibliografía de Claudio de Alas
En Chile: Salmos de muerte y pecado, Fuego y tinieblas o el drama de la legación alemana [Santiago de Chile, 1909], y una biografía de Arturo Alessandri. En Buenos Aires: El cansancio de Claudio Alas, Visiones y realidades y la novela La herencia de la sangre [ 1919].

Fuentes de Francis Oliverio Recúpero:
“Salmos de muerte y pecado”
“El cansancio de Claudio Alas”
“Claudio de Alas” por Harold Alvarado Tenorio http://www.haroldalvaradotenorio.com/ensayos/claudio_de_alas.html


A la memoria de Juan March

sábado, 12 de diciembre de 2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

Apreturas de un amor apopléjico

¿Quién es Francis Oliverio Recúpero? ¿El héroe derrotado con un artero pisapapelazo en la Sociedad Argentina de Escritores una fresca tarde de 1.928? ¿El asceta solitario que espera y desespera el imposible retorno de Horacio Quiroga a la choza compartida por décadas? ¿El más grande Poeta Maldito Argentino, título que no se ensombrece por el hecho de ser el Único? ¿O acaso es un impostor de pasado inventado por burócratas de la pérfida industria editorial, tan sedientos de fama como de fortuna? ¿Por qué sigue en la selva luego de ochenta años? ¿Qué lo retiene allí?
Estimados lectores:
Siguiendo sus pasos desde el barrio de Tapiales hasta la provincia de Misiones, en un viaje más enigmático que el éxodo judío, incluso que el éxodo jujeño, La Menor Idea intentará develar sino por sus actos, al menos por sus letras, los interrogantes que envuelven al enigma más inextricable desde que se puso en tela de juicio la existencia del mismísimo Guillermo Shakespeare: la verdadera historia del otro Gran Bardo de la Poesía Mundial de Todos los Tiempos Pasados, Presentes y Futuros. Recúpero.
Hoy presentaremos en exclusiva al Segundo de los Poemas Mortales, integrante de la Suma Docena Recuperana e intitulado: "Apreturas de un amor apopléjico":

Cuando la muerte se aposente en este mundo
No temeré más que por el fin de nuestro amor
Conmigo estarás tú
¡Querida mía!

Cual apotema, directa a mis sentidos
Apósito del alma
Apostadero

Pues ni Apolonio de Atenas
Ni el de Pérgamo
Tampoco el de Rodas, o el de Tralles
Han advertido la muerte
Que es la vida sin tu amor.

Aportillaste mi alma.
Sobre apriscos desolados,
apoteosis

¡Qué aporía!
Sólo apraxia da tu ausencia
Aposentado en tu regazo soy feliz

Apologéticas palabras te dedico
Y apostrofo a los apóstoles del mal
Apoquinen sus culpas ¡desalmados!
¡Que ya me apresto a desnudar mi corazón!

Coro de Ninfas:
Si llegare la muerte en este instante…
¡Feliz la acepta!
Es que la vida
¡todo se lo ha dado!


Análisis psicoliterario a cargo de Pedro Virgilio Oliveiro. Filólogo. Talabartero. Asesino a sueldo.

¿Qué tenemos aquí? No estoy seguro, pero es brillante. A mitad de camino entre el romanticismo y la ingesta de las Flores del Mal, Recúpero nos regala justamente una florida, una pirotécnica loa a la amada cuyo nombre deliberadamente omite, tal vez por tratarse de un amor prohibido, como era tan común en la selva misionera de la década del treinta.
El vate exhibe su versatilidad, y con un profundo conocimiento de la lengua castellana superpuebla de rimbombantes epítetos a la mujer innombrada (¿tal vez Jéssica, la india guaraní? ¿tal vez un Quiroga sublimado?)
Otra posibilidad que nos permite este opus claustrum es que Recúpero, presa de un ataque de pánico de página en blanco, se haya detenido en una llena, más exactamente en la página "Apolodoro de Damasco/aproximar" del "Diccionario Enciclopédico Ilustrado" que sin solución de continuidad nos encolumna a los Apolonios de Atenas, de Pérgamo, de Rodas y de Tralles, como así también las voces "apologético", "apoplejía", "apoquinar", "aporía", "aportillar", "aposento", "apósito", "apóstol", "apostadero", "apotema", "apoteosis", "apostrofar", "apraxia", "aprestar", "apretura" y "aprisco", que resultan tan a gusto del críptico estilo del poeta. A esta última teoría adhiere un envidioso Alexis Jacinto Luque y Ortiz, por ejemplo, quien desde su columna en "Gentleman s Magazine" asegura que Recúpero es simplemente un pelmazo y un farsante, o por decirlo a la francesa siendo que de poetas malditos se trata, de un "bluff" (1)
Por mi parte, no puedo más que colocarme en las antípodas de esa corriente. ¿Cómo calificar sino de brillante esa aproximación al oxímoron que es "Sobre apriscos desolados, apoteosis", aproximación que no llega al ansiado destino pero que sin embargo (o tal vez por ello) es épica?
Estimados lectores, estoy dispuesto a arrojar mi reputación literaria, incluso mi honra personal, a los perros de la desverguenza si la hora del poeta lo reclama. Pero gritaré aquí, en todas las tribunas del orbe e incluso en todas las fondas donde sirvan el vino que tanto me gusta, que Francis Oliverio Recúpero es un genio. Incluso, por encima de un Pedro Aníbal Mansilla.

Nota del editor
(1) "Bluff" en realidad es una voz inglesa, pero no es bueno contradecir a Pedro Virgilio Oliveiro cuando está inflamado por la pasión y la bebida. Además, en esas circunstancias, no escucha a nadie.





"Torso de Belvedere" de Apolonio de Atenas

martes, 27 de octubre de 2009

"El salero y la puta" en youtube

Primer Poema Mortal



Con análisis psicoliterario a cargo de Pedro Menárdez (1)

Estimado lector, La Menor Idea pone a tu alcance (2) el primer poema de la “Suma Docena Recuperana”

Descuento tu aprecio y agradecimiento por recibir en forma gratuita semejante opus, por el cual Victoria Ocampo hubiera derrochado otra vez las estancias de su padre. Sin embargo, ella nunca obtuvo lo que tendrás tú ahora mismo, y a riesgo de pecar de reiterativo, gratis. Luego, las interpretaciones de un humilde servidor.

El salero y la puta

“Sobre los faunos del mal

la luminosa espera

del vino malhadado.

//

En Casa Elena

Estábamos con Georgie

Ella me vio

Luego nos saludamos

//

La acompañé detrás de una cortina obscura

Con falsos gemidos copulamos

//

Testigo mudo

Del pago de ese amor

//

Fue un salero andaluz

Arábigo y callado”

//

Coro de Ninfas:

Si llegare la muerte en este instante…

¡Feliz la acepta!

Es que la vida

¡todo se lo ha dado!

//

¿Qué tenemos aquí? No estoy seguro, pero es brillante. A mitad de camino entre el ultraísmo y el modernismo (3), Recúpero sugiere una juerga juvenil con Borges, en un famoso prostíbulo mallorquín de los años veinte. Hay una mujer enigmática, rentada por supuesto, que produce sensaciones contradictorias en el vate. Por un lado reconoce los elementos mercantiles del vínculo (4) pero luego en un pase imprevisto y por ello magistral, en dos pinceladas nos seduce con la posibilidad de un amor puro, espiritual (5)

Los primeros versos son un enigma. Modestamente opino que Recúpero los puso al final, para cumplir con el canon maldito, esto es, la tendencia autodestructiva, el vicio y los turbios significados (6)

Es la impaciente hora del poeta! (7) Recúpero preanuncia su magna obra, la del pisapapelazo (8)¿la recuerdan? (9)

Pero luego, el giro magistral, copernicano (11): “Fue un salero andaluz, arábigo y callado

El poeta nos dice que hay una categoría de saleros que debiéramos conocer, esto es, los andaluces. Ahora bien, debo admitir que nunca he oído hablar de tales saleros, imagino que al lector le ocurre lo mismo. Y ahí está el talento ilimitado del homérico, del predestinado. Recúpero sabe que su lector está perplejo, y lo rescata yendo en contra del canon malditista (12) Le explica como son sus saleros andaluces: arábigos (13) y callados (14)

Y ahora, el final a toda orquesta, el que cambió el curso de la poesía, el que rompió los cánones, los códigos, las biblias de la literatura…¡El coro de las Ninfas! Aquí el poeta nos sugiere dos cosas. O bien cambió el mundo de la poesía por su amor a aquellas deidades mitológicas griegas de la naturaleza (16) o estaba borracho (17)

Pero ese detalle del coro, que denota claramente un sentido oral a la manera griega, en contraposición a la letra escrita, casi muerta, del mundo decimonónico (18) le asegura el paraíso literario a Recúpero, me atrevería a decir, por encima de un multipremiado Pedro Aníbal Mansilla.

Al Grande y Unico Poeta Maldito Argentino ¡Salud!

NOTAS

(1) Poeta Argentino Contemporáneo. Erudito en cuestiones literarias. Alineador. Balancista

(2) Disculpa que te tutee, querido lector

(3) Justamente lo que opinan sus más encarnizados críticos

(4) “Con falsos gemidos copulamos” y “del pago de ese amor”

(5) “Con falsos gemidos copulamos” y “del pago de ese amor”

(6) Menárdez, Pedro “Los poetas malditos y sus claves oscuras” (Editorial Sol de Mayo, 1.967)

(7) Perdón por la hipálage

(8) Perdón por la extravagancia en el uso del sufijo "azo"

(9) “Tu c… (10) es prácticamente hermoso”

(10) Culo

(11) adj. Dicho de un cambio de comportamiento, de una manera de pensar, etc.: Muy marcados. ¡Burros! Debían saberlo sin leer esta nota

(12) Esta no es mía, es de Wikipedia

(13) En nombre del poeta, perdón por el pleonasmo

(14) Será salero pero no es alcahuete (15)

(15) Alcahuete: en Argentina, delator.

(16) Ninfas

(17) O ambas cosas

(18) adj. Del siglo xix o relativo a él: "la industrialización decimonónica de Barcelona"/Anticuado, falto de vigencia: "es increíble que un chico tan joven tenga unas ideas tan decimonónicas"

domingo, 25 de octubre de 2009

¡La impaciente hora del poeta está llegando! El salero y la puta, recitado por Recúpero


Charles Baudelaire



Francis Oliverio Recúpero. Buenos Aires,
circa 1.930






Damas y Caballeros, es un honor para La Menor Idea presentarles un archivo oral de valor incalculable: el maravilloso poema titulado "El salero y la puta" recitado por el mismísimo Francis Oliverio Recúpero, el último poeta maldito y único argentino.

Esta coproducción argentino-española ha permitido traerles el primer tesoro de la Suma Docena Recuperana. Una vez más esperamos que estén a la altura de semejante biblia literaria. ¡Cultívense! ¡La impaciente hora del poeta está llegando!












Créditos


Elenco por orden de aparición:





Primera Presentadora, Virgilio de los Infiernos Recuperanos: Susana, deLa Cueva


Francis Oliverio Recúpero: el mismo


Primera Ninfa: Miriam, de La Vida en Danza


Segunda Ninfa: Prof. Marisol Gómez Alarcón


Tercer Ninfo: Hernán, de De lirios y otras hierbas


Segundo Presentador, Pedro Menárdez: Juan, de Luz de Gas Radioblog


Dirección, Producción Integral, Guión, Maquillaje y Efectos Especiales: los ya presentados, un poco cada uno.

viernes, 23 de octubre de 2009

El Centenario de Recúpero, el último poeta maldito


(Por Pedro Menárdez) (1)

Francis Oliverio Recúpero nació en Tapiales, Argentina, el 11 de octubre de 1.909. Nunca perteneció a ninguna de las corrientes literarias de su época, y ese desarraigo lo pagó con sangre en la única oportunidad que tuvo de dar a conocer su poesía. El duro tributo lo obló en la SADE (2) una fresca tarde de fines de 1.928, ocasión en que recibió un pisapapelazo en su frente (3), segundos después de anunciar el título de una poesía que nunca alcanzó a recitar (4)

El meteoro en cuestión (6) le produjo gran impacto emocional y físico también, ya que sufrió una herida sangrante. De inmediato se trenzaron a golpes de puño las fuerzas de choque de los antagónicos grupos de “Boedo” y “Florida”, lo que arrojó un triste saldo de heridas y contusiones varias: entre otras un chichón en la magna testa borgeana, producto de un paraguazo “boedista” (7), y un ojo en compota sufrido por Mariani, consecuencia de un puñetazo desconocido y avieso.

El disgusto que sufrió Recúpero por esa batahola fue tan grande que nunca más se lo vio en público. Edwin Williamson dice que fue invitado por Horacio Quiroga a acompañarlo en el que sería su postrero viaje a la selva misionera (8), dato que nunca fue verificado porque a ninguna otra persona se le ocurrió preguntar por el poeta en los calurosos aserraderos y trasmanosas (9) aldeas del norteño litoral argentino

Las últimas noticias nos dicen que en el reciente descubrimiento del sótano de la SADE se han encontrado también algunos versos del último poeta maldito (y único argentino) que según Harold Bloom (10) integra el parnaso malditista (11) junto a un Rimbaud, un Mallarmé, un Verlaine, un Villon, un Baudelaire, un Corbiére, un Artaud, un Keats y un Poe (12)

Lo cierto es que a cien años de su natalicio, no sabemos si por el mismo vate (quien continuaría sus días en la selva misionera) o bien a través de un hijo suyo (que alimentaría la confusión sobre la supervivencia del padre a la manera del mago Gamauta) hemos recibido autorización para recordarlo mediante la publicación de los legendarios “Doce Poemas Mortales de Recúpero”

La Menor Idea quiere homenajear al poeta y en futuras entregas irá dando a conocer en forma exclusiva cada uno de los trabajos que componen La Suma Docena Recuperana.

Espero, distinguido lector, que esté a la altura de tan excelsa obra (13)



NOTAS

(1) Poeta Argentino Contemporáneo. Erudito en cuestiones literarias. Matricero

(2) Sociedad Argentina de Autores

(3) Perdón por la extravagancia en el uso del sufijo "azo"

(4) “Tu c… (5) es prácticamente hermoso”

(5) Culo

(6) Perdón por la metáfora

(7) Sin embargo algunos creyeron ver la mano del otro Oliverio empuñando el artefacto, pese a ser ambos del grupo de Florida. Girondo podría haber aprovechado la confusión para saldar cuestiones de polleras ajenas al quehacer literario (digo las cuestiones, no las polleras)

(8) Edwin Williamson, “Recuperando a Recúpero”, pág. 1

(9) Perdón por el neologismo por derivación

(10) Harold Bloom, “El Canon Literario”, pág. 2345

(11) Esta no es mía, es de Wikipedia

(12) No los he leído a todos, pero si lo dice Bloom…

(13) Me refiero a Usted, querido lector

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