martes, 27 de octubre de 2009
Primer Poema Mortal
Con análisis psicoliterario a cargo de Pedro Menárdez (1)
Estimado lector, La Menor Idea pone a tu alcance (2) el primer poema de la “Suma Docena Recuperana”
Descuento tu aprecio y agradecimiento por recibir en forma gratuita semejante opus, por el cual Victoria Ocampo hubiera derrochado otra vez las estancias de su padre. Sin embargo, ella nunca obtuvo lo que tendrás tú ahora mismo, y a riesgo de pecar de reiterativo, gratis. Luego, las interpretaciones de un humilde servidor.
El salero y la puta
“Sobre los faunos del mal
la luminosa espera
del vino malhadado.
En Casa Elena
Estábamos con Georgie
Ella me vio
Luego nos saludamos
La acompañé detrás de una cortina obscura
Con falsos gemidos copulamos
Testigo mudo
Del pago de ese amor
Fue un salero andaluz
Arábigo y callado”
Coro de Ninfas:
Si llegare la muerte en este instante…
¡Feliz la acepta!
Es que la vida
¡todo se lo ha dado!
¿Qué tenemos aquí? No estoy seguro, pero es brillante. A mitad de camino entre el ultraísmo y el modernismo (3), Recúpero sugiere una juerga juvenil con Borges, en un famoso prostíbulo mallorquín de los años veinte. Hay una mujer enigmática, rentada por supuesto, que produce sensaciones contradictorias en el vate. Por un lado reconoce los elementos mercantiles del vínculo (4) pero luego en un pase imprevisto y por ello magistral, en dos pinceladas nos seduce con la posibilidad de un amor puro, espiritual (5)
Los primeros versos son un enigma. Modestamente opino que Recúpero los puso al final, para cumplir con el canon maldito, esto es, la tendencia autodestructiva, el vicio y los turbios significados (6)
Es la impaciente hora del poeta! (7) Recúpero preanuncia su magna obra, la del pisapapelazo (8)¿la recuerdan? (9)
Pero luego, el giro magistral, copernicano (11): “Fue un salero andaluz, arábigo y callado”
El poeta nos dice que hay una categoría de saleros que debiéramos conocer, esto es, los andaluces. Ahora bien, debo admitir que nunca he oído hablar de tales saleros, imagino que al lector le ocurre lo mismo. Y ahí está el talento ilimitado del homérico, del predestinado. Recúpero sabe que su lector está perplejo, y lo rescata yendo en contra del canon malditista (12) Le explica como son sus saleros andaluces: arábigos (13) y callados (14)
Y ahora, el final a toda orquesta, el que cambió el curso de la poesía, el que rompió los cánones, los códigos, las biblias de la literatura…¡El coro de las Ninfas! Aquí el poeta nos sugiere dos cosas. O bien cambió el mundo de la poesía por su amor a aquellas deidades mitológicas griegas de la naturaleza (16) o estaba borracho (17)
Pero ese detalle del coro, que denota claramente un sentido oral a la manera griega, en contraposición a la letra escrita, casi muerta, del mundo decimonónico (18) le asegura el paraíso literario a Recúpero, me atrevería a decir, por encima de un multipremiado Pedro Aníbal Mansilla.
Al Grande y Unico Poeta Maldito Argentino ¡Salud!
NOTAS
(1) Poeta Argentino Contemporáneo. Erudito en cuestiones literarias. Alineador. Balancista
(2) Disculpa que te tutee, querido lector
(3) Justamente lo que opinan sus más encarnizados críticos
(4) “Con falsos gemidos copulamos” y “del pago de ese amor”
(5) “Con falsos gemidos copulamos” y “del pago de ese amor”
(6) Menárdez, Pedro “Los poetas malditos y sus claves oscuras” (Editorial Sol de Mayo, 1.967)
(7) Perdón por la hipálage
(8) Perdón por la extravagancia en el uso del sufijo "azo"
(9) “Tu c… (10) es prácticamente hermoso”
(10) Culo
(11) adj. Dicho de un cambio de comportamiento, de una manera de pensar, etc.: Muy marcados. ¡Burros! Debían saberlo sin leer esta nota
(12) Esta no es mía, es de Wikipedia
(13) En nombre del poeta, perdón por el pleonasmo
(14) Será salero pero no es alcahuete (15)
(15) Alcahuete: en Argentina, delator.
(16) Ninfas
(17) O ambas cosas
(18) adj. Del siglo xix o relativo a él: "la industrialización decimonónica de Barcelona"/Anticuado, falto de vigencia: "es increíble que un chico tan joven tenga unas ideas tan decimonónicas"
domingo, 25 de octubre de 2009
¡La impaciente hora del poeta está llegando! El salero y la puta, recitado por Recúpero
Francis Oliverio Recúpero. Buenos Aires,
circa 1.930
viernes, 23 de octubre de 2009
El Centenario de Recúpero, el último poeta maldito
(Por Pedro Menárdez) (1)
El disgusto que sufrió Recúpero por esa batahola fue tan grande que nunca más se lo vio en público. Edwin Williamson dice que fue invitado por Horacio Quiroga a acompañarlo en el que sería su postrero viaje a la selva misionera (8), dato que nunca fue verificado porque a ninguna otra persona se le ocurrió preguntar por el poeta en los calurosos aserraderos y trasmanosas (9) aldeas del norteño litoral argentino
Las últimas noticias nos dicen que en el reciente descubrimiento del sótano de la SADE se han encontrado también algunos versos del último poeta maldito (y único argentino) que según Harold Bloom (10) integra el parnaso malditista (11) junto a un Rimbaud, un Mallarmé, un Verlaine, un Villon, un Baudelaire, un Corbiére, un Artaud, un Keats y un Poe (12)
Lo cierto es que a cien años de su natalicio, no sabemos si por el mismo vate (quien continuaría sus días en la selva misionera) o bien a través de un hijo suyo (que alimentaría la confusión sobre la supervivencia del padre a la manera del mago Gamauta) hemos recibido autorización para recordarlo mediante la publicación de los legendarios “Doce Poemas Mortales de Recúpero”
La Menor Idea quiere homenajear al poeta y en futuras entregas irá dando a conocer en forma exclusiva cada uno de los trabajos que componen La Suma Docena Recuperana.
Espero, distinguido lector, que esté a la altura de tan excelsa obra (13)
(1) Poeta Argentino Contemporáneo. Erudito en cuestiones literarias. Matricero
(2) Sociedad Argentina de Autores
(3) Perdón por la extravagancia en el uso del sufijo "azo"
(4) “Tu c… (5) es prácticamente hermoso”
(5) Culo
(6) Perdón por la metáfora
(7) Sin embargo algunos creyeron ver la mano del otro Oliverio empuñando el artefacto, pese a ser ambos del grupo de Florida. Girondo podría haber aprovechado la confusión para saldar cuestiones de polleras ajenas al quehacer literario (digo las cuestiones, no las polleras)
(8) Edwin Williamson, “Recuperando a Recúpero”, pág. 1
(9) Perdón por el neologismo por derivación
(10) Harold Bloom, “El Canon Literario”, pág. 2345
(11) Esta no es mía, es de Wikipedia
(12) No los he leído a todos, pero si lo dice Bloom…
(13) Me refiero a Usted, querido lector
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