martes, 26 de enero de 2010

Precuela: Jorge Luis Oliverio Recúpero y Briones, Capitán de Marina y Padre del Último Poeta Maldito y Único Argentino

Si queremos descubrir la verdadera naturaleza psicológica de Francis Oliverio Recúpero, resulta de capital importancia indagar en la tortuosa relación que mantuvo con su padre. En efecto, los violentos cambios de humor del Último Poeta Maldito y Único Argentino, sus ataques de ira, su archiconocida hipocondría e incluso su enrevesada vinculación con las mujeres, pudieron estar marcados a fuego por el influjo del excéntrico Jorge Luis Oliverio Recúpero y Briones, Capitán de la Marina, bon vivant, políglota, jugador profesional, seductor y en ruina económica al momento en que se perdió todo rastro de él.
Según el biógrafo recuperano Edwin Williamson, hubo un episodio que transformó totalmente la vida del joven Francis Oliverio, para desgracia de él y fortuna de quienes lo admiramos, donde la relación padre-hijo se deterioró irremediablemente y para siempre: fue a bordo del “Bremen”, buque alemán de pasajeros que unía a Argentina con Francia y a cuyo mando se encontraba el Capitán Recúpero (1)
En épocas de preguerra la ilustre y argentina familia Ocampo viajaba con destino final París (incluidas las vacas lecheras para los desayunos de las niñas durante la travesía) Por supuesto que iba también la hermosa e inteligente Victoria, quien de inmediato fue advertida por el corazón del joven Francis Oliverio, invitado de su padre en aquel viaje. Difícil era en aquellos tiempos superar el mero contacto visual con una joven criolla y aristócrata como la Ocampo, rodeada de institutrices y personal de servicio con encargo expreso de Don Manuel –el patriarca de la familia- de no consentirle diálogo alguno con personas del sexo opuesto (al de Victoria) Sin embargo el joven Recúpero se las ingenió, deslizándose por tuberías unas veces, descolgándose sobre resbalosos ojos de buey otras, para hacerle llegar a su repentina amada algunas letras que la musa victoriana le había inspirado, para su deleite (de ella) y alegría inmensa (de él)
Enterado de los intentos de su hijo, el Capitán Recúpero se opuso terminantemente a dicha relación al susurro de "¡no te conviene!" "¡no te conviene!" lo cual apocó más de lo habitual al joven Francis Oliverio. Eran tiempos de explicaciones escasas, y si su padre no veía con buenos ojos la posible relación con la joven millonaria, no había mucho que hacer al respecto. Cavilaba el bardo por estribor cuando escuchó la sonora voz de su padre recitando un párrafo de sus épocas de presentador de orquestas tangueras que decía:

Vayan parando el chamuyo
Y poniendo mucha atención
Llega el tango compadrón
Compadrón y acompasado
Con el ritmo bien marcado
De Carlos Hugo Picado

Claramente entendió Recúpero que el Capitán estaba seduciendo a alguna dama, porque ese era su caballito de batalla para tales menesteres. En silencio se acercó hasta el puente y… ¡oh tragedia! el público que escuchaba atentamente y bebía champagne estaba conformado por Victoria, sus hermanas, Mademoiselle Alexandrine Bonnemaison y Miss Kate Ellis (profesoras de francés e inglés respectivamente (2)) El daño estaba hecho. No dio posibilidad el joven Francis de evacuar las explicaciones que seguramente tendría su padre sobre la destinataria de sus coplas: obedeciendo a un loco impulso nuestro poeta se arrojó por la borda del "Bremen" (3)

Muchísimos años después encontramos a Recúpero en la selva misionera, escribiendo y realizando sus diarias tareas artesanales. Ya se acerca su amada india Jéssica cantando en el bote, escucha que le dice Rehóta kokúepe térâ remba’apóta ógape ko’êro aháta Rosariope y su corazón se ilumina (5) En ese instante una voz que no parece de este mundo pero que a la vez le resulta conocida le susurra....¡no te conviene! ¡no te conviene!

Exordio demorado
Preguntas retóricas


¿ Por qué se esconde Francis Oliverio Recúpero, el Último Poeta Maldito y Único Argentino ? O mejor dicho... ¿de qué se esconde? ¿Cuánto influyó en su obra literaria este desgraciado episodio a bordo del Bremen? ¿Qué sucedió con el Capitán Jorge Luis Oliverio Recúpero y Briones? ¿Por este disgusto desapareció de la faz de la tierra? ¿O el Capitán se tomó el buque escapando de sus cuantiosos acreedores? ¿Por qué en su Autobiografía Victoria Ocampo no hace referencia alguna al affair que tuvo con uno o con dos Recúperos? ¿Por qué sus biógrafos tampoco dicen nada al respecto? En La Menor Idea intentaremos develar uno a uno todos estos misterios. Pero no hoy.


(1) Resulta inexplicable que un barco de bandera alemana estuviera a cargo de un argentino. No para el Almirante Julius Jürgen Nelson, historiador y acupunturista, quien lo atribuye a la extrema pericia marítima del Cap. Recúpero, la que era reconocida en los siete mares del orbe. Otros, más capciosos, consideran que era tal el estado de zozobra económica en que se encontraba la Alemania pre hitleriana que cualquiera con una carretilla de marcos se quedaba con cualquier cosa, incluso la capitanía de un barco como el "Bremen"
(2) El "respectivamente" aclaratorio de que Mademoiselle Alexandrine Bonnemaison era la profesora de francés y Miss Kate Ellis la de inglés es claramente sobreabundante
(3) el impulso fue loco pero no zonzo, porque Recúpero se arrojó al mar cuatro días y dieciséis horas más tarde de ocurrido el nefasto descubrimiento. En efecto, se cercioró de que el buque ya estuviera entrando al puerto de París. (4) Cuando avistó la Torre Eiffel en un mar pletórico de gaviotas, se tiró al mar y nunca más vio a su padre ni supo de él.
(4) en ocasión de un reportaje que le efectuara a Recúpero Soler Serrano en su programa "A fondo", el periodista español le hizo notar a nuestro vate que París no tiene puerto marítimo, lo cual provocó la ya legendaria ira recuperana. Francis Oliverio abandonó el estudio televisivo diciendo ¡mi verdad es poética, no geográfica!
(5) En guaraní: Irás a la chacra o trabajarás en casa? Mañana viajo a Rosario



Foto 1: Jorge Luis Oliverio Recúpero y Briones, Capitán de la Marina, bon vivant, políglota, jugador profesional, seductor y en ruina económica al momento en que se le perdió todo rastro
Foto 2: Victoria Ocampo
Foto 3: Jéssica, india guaraní. Amante part time de Francis Oliverio Recúpero

4 comentarios:

  1. Hay un dato que se le pasó a todos los biógrafos, incluso a los intérpretes y críticos literarios: inspirada en aquel episodio, Victoria escribió su poema "¡Blanchure! (¡Blancura!) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=995403
    Como biógrafa desautorizada de Victoria (será por mi apellido, que no me dan pelota?), he puesto a disposición de la Fundación, mis estudios que comprueban que dicha blancura se refería a la espuma que por la rabia despedía de su boca Francis Oliverio, cuando descubrió a su padre en tal situación. La espuma le duró cuatro días y dieciseis horas, de modo tal que al arrojarse Recúpero a las aguas del puerto , dejó flotando aquella en la superficie, y convirtiéndola poéticamente en mar.

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  2. itero aquí lo ya dicho en La Mayor Idea, que no me hará usté llamarla menor.

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  3. ¡Brillante composición! El propósito de develar la naturaleza psicológica de Francis Oliverio a través de la tortuosa relación con su padre, se ha cumplido ingeniosamente. Ahora entiendo muchas cosas!
    Pero me pregunto otras: ¿cuál era la relación con su madre? De Victoria a Jéssica: ¿qué papel desempeñó la progenitora en la relación del poeta con el mundo femenino?
    Siempre es un gusto leerte, Marcelo.
    Un beso

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  4. He leido blogs pelotudos, pero como este ninguno!!!
    Pseudoliteratos, chicos de mama aburridos haganse
    coger por un caballo!!! no inunden la web con su basura
    trasnochada de falsa intelectualidad!!!

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